Mr. Ego
- FERNANDA FUSCHINO
- 30 nov 2017
- 2 Min. de lectura
"The Ego, whoever, is not who you really are. The ego is your self-image; it is your social mask; it is the role you are playing. Your social mask thrives on approval. It wants control, and it is sustained by power, because it lives in fear”.

El Ego es la auto imagen que la sociedad crea de nosotros. Si la sociedad aplaude, el ego crece. Es el “tira y encoge” de lo que no somos pero queremos ser y, es tanta la presión por complacerle, por demostrarle, que el ser humano llega a poner en juego, incluso, su propia felicidad.
Es el pensamiento torturador entre lo que soy y lo que pretendo ser. El ego vive en el pasado y en el futuro, porque si se detiene en el presente, muere. Se alimenta de los logros del pasado y se vanagloria de lo enorme que llegará a ser mañana, cegandonos sobre quiénes somos en el presente.
Nos dice que está bien y qué está mal, nos determina la manera de idealizar las cosas, nos indica qué es correcto o incorrecto, nos hace creer dueños de la verdad. Nos esclaviza. Nos engaña haciéndonos creer poderosos, se ríe de nosotros, nos envuelve, se burla y nos traiciona.
El ego nos identifica con el personaje y no con quien de verdad somos. Nos exige cumplir con tantas expectativas. Exigencias que nos pone la sociedad y que el ego nos hace creer que si no cumplimos, fracasamos. Hace que en vez de ver la belleza intrínseca y genuina de las cosas que realmente importan, nos enfoquemos en ver las malas o buenas, según el criterio que él determine, el cual no suele ser el más acertado.
Liberarse del ego puede quitarnos muchos pesos de encima. Cuando controlamos el ego hay una sensación de liberación inmediata. Ya no tenemos que cumplir expectativas, no hay que fingir, ya no tenemos que presumir, ni demostrar, ni hacer… nos permite ver lo que realmente importa. No lo de fuera, que se desvanece con el tiempo.
Nos permite entender que “ser quienes somos, es la mejor opción posible”.
P.D. Mi conjunto es Victoria´s Secret – egos con alas. No por las modelos, sino por el concepto que nos impone la marca. Los estereotipos que nos exige como sociedad.
Besos de colores,
Fer
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